A comienzos
de 1812, Belgrano se encontraba ocupado en la erección de una fortaleza fluvial
en Rosario, para responder a la reacción de los realistas que atacaban desde la
Banda Oriental. En esas circunstancias, con motivo de inaugurarse las baterías
de Rosario, Libertad e Independencia, y careciendo de bandera para ello,
dispuso la confección de una con los colores de la escarapela. La ceremonia de
inauguración, al decir de los historiadores y poetas, alcanzó contornos
emotivos.
Según Yaben: “Al ocupar las tropas
su puesto de honor, enarbolaron la bandera azul celeste y blanca, desplegándose
en paño batido por el viento, mientras la saludaba una salva de cañonazos. Así
se inauguró la bandera argentina, en la tarde del 27 de febrero de 1812, en
momentos en que el sol se ocultaba en el ocaso, besando con sus últimos rayos
el símbolo sagrado de nuestra redención política”(1) .
(1) Pedro
Ignacio Galarza, “Historia de la bandera nacional según el Archivo Capitular de
Jujuy” en Instituto Nacional Belgraniano , Segundo Congreso Nacional
Belgraniano, Buenos Aires, 1994, p. 190,También en Dardo Corvalán Mendilaharsu ,
“Los símbolos patrios” en Academia Nacional de la Historia , Historia de la
Nación
Argentina
(desde sus orígenes hasta su organización definitiva en 1862), Buenos Aires, t.
VI, primera sección, p. 256.